Mujeres de Confiar

Confiar en las mujeres merece todos los reconocimientos

Por 28 noviembre, 2017 octubre 20th, 2019 Sin comentarios

 

Equipo de la oficina de Confiar en el municipio de Envigado. Fotos: Mujeres Confiar.

Por Jenny Giraldo García

Recientemente, la Alcaldía de Envigado reconoció a Confiar Cooperativa Financiera por sus buenas prácticas de género, lo que se ve reflejado en el alto número de empleadas, en la posibilidad de ascenso laboral y en las oportunidades que tienen para llevar de la mano su trabajo con las demás dimensiones de su vida.

La historia de María Eugenia Arroyave Salazar con Confiar comenzó en 1994, cuando obtuvo un empleo como asesora en el municipio de Caldas y luego fue promovida a subdirectora de la oficina de La Alpujarra. Durante unos años se retiró y a su regreso, en 2005, asumió el cargo de directora, nuevamente en la Alpujarra. Después, llegó a Envigado, oficina que dirige desde hace cuatro años. Es licenciada en lenguas modernas, una carrera que estudió casi por obligación y que poco tiene que ver con el mundo financiero, pero que le ha sido de gran utilidad, pues sus conocimientos en administración y contaduría sumados a los aprendizajes pedagógicos y humanistas, son claves para su labor.

Como representante de Confiar, María Eugenia fue invitada por la Alcaldía de Envigado a una charla sobre equidad de género en los ámbitos laborales y, al enfrentarse con las posturas de otras empresas del municipio, reafirmó que en esta Cooperativa las prácticas por la equidad de género sí existen, pero además, le sorprendió darse cuenta de que en otras empresas aún permanece esa visión que subvalora la fuerza laboral de las mujeres, principalmente porque la maternidad se ve como un problema para el desarrollo de sus trabajos. Notó que todavía hay empresas en las que prefieren no contratarlas, en las que les pagan menos y en las que las condiciones laborales son menores que las de los hombres. En ese momento, se hizo consciente de que en Confiar nunca se había enfrentado a una situación similar.

María Eugenia Arroyave Salazar

Su equipo de trabajo está conformado por siete mujeres y un hombre, quienes coinciden en sentir esta como una familia en la que predominan las relaciones basadas en el respeto, la confianza y la alegría, lo que posibilita que las mujeres —al igual que los hombres— no vivan un ambiente de discriminación o exclusión. Una de ellas es Johana Vásquez, tiene una hija de cuatro años, Mariana, y reconoce que Confiar ha sido una empresa amable con ella y sus necesidades desde que era madre gestante, nunca tuvo problemas para salir a los controles ni los tiene ahora para atender a su hija. Otra de las asesoras es Sandra Uribe, quien dice que en Confiar las oportunidades son iguales para todos y todas y, por eso, hoy se prepara para seguir ascendiendo: «No tenemos ninguna discriminación, tenemos las mismas posibilidades y condiciones, las cosas se dan de acuerdo a las capacidades que tenga cada una; yo he tenido varios procesos, he ido caminando  y creciendo personal y profesionalmente».

Para recibir el reconocimiento, también estuvo presente la directora zonal para el área metropolitana, Emperatriz Marín Orozco, otra mujer que ha tenido una carrera de ascenso y crecimiento dentro de la Cooperativa. Es de Andes (Antioquia) y cuando comenzó a trabajar era apenas una bachiller en búsqueda de una oportunidad laboral, y Confiar le abrió las puertas como cajera auxiliar. Cuando se dio la incorporación de la Cooperativa El Edén a Confiar, hacia finales de los noventa, Emperatriz fue trasladada al municipio de La Unión; por esos mismos días, ella estaba de luto, había perdido a su novio de toda la vida. Al finalizar el proceso en el Oriente antioqueño, no quiso regresar a Andes y le pidió a gestión humana que, por su bienestar y salud mental, la dejara en Medellín. Pasó entonces a ser asesora de crédito en el barrio Belén y luego a La Alpujarra, más adelante ascendió a directora de oficina en el municipio de Guarne, luego asumió este mismo cargo en Bello y, finalmente, en Primero de Mayo. Después de ese recorrido, y desde hace cuatro años, es la directora zonal para el área metropolitana y Pereira. Es importante resaltar que la bachiller que llegó a Confiar buscando trabajo hace 22 años, hoy es una ingeniera en finanzas. Así, Confiar reconoce la dimensión personal de cada mujer, sus necesidades, sus sueños y sus deseos.

«Muchas de las personas que hoy somos directoras de oficina, empezamos como asesoras de ahorro o de crédito. Confiar tiene convocatorias internas para quienes se quieren postular a otros cargos», señala María Eugenia Arroyave, ratificando que esta es una organización que ha permitido el ascenso de muchas personas, así como ella o como Emperatriz.

Johana Vásquez
Sandra Uribe

Un aporte a los objetivos de desarrollo sostenible

En Confiar, las empleadas suman alrededor de un 72% de todo el personal, y las directoras de oficina son 39 de 48, esto es el 81%. Y aunque la equidad y la igualdad de género no necesariamente se corresponden con el hecho de que las mujeres sean mayoría —recordemos que la mitad de habitantes del planeta somos mujeres y eso no ha garantizado condiciones igualitarias para todas y todos—, es innegable que ese número constituye un aporte significativo a la autonomía económica de las mujeres, un aspecto asociado al quinto objetivo de desarrollo sostenible: igualdad de género.

El empoderamiento económico de las mujeres es un reto enorme. Basta tener en cuenta indicadores como que en casi todos los países en vías de desarrollo hay más hombres que mujeres en empleos remunerados, que a las mujeres se les suele relegar a las formas de empleo más vulnerables y que gran cantidad de mujeres trabajan en empleos informales, lo que implica falta de prestaciones y seguridad laboral (datos tomados de Naciones Unidas). O que en América Latina el 31.1% de las mujeres no tiene ingresos propios, mientras que para los hombres esta cifra es del 11.4% (datos tomados de Cepal). O que en Colombia ellas trabajan 10.8 horas más que los hombres, pero ganan en promedio 20% menos que ellos, incluso cuando desempeñan la misma actividad (datos ONU Mujeres Colombia). Estas cifras hablan de las múltiples limitaciones que tienen las mujeres en el mundo,y no solo se trata de no tener un empleo o de no tener recursos propios. A la par, está la incapacidad de decidir, de participar y de ser autónomas.

En Confiar las mujeres tienen la posibilidad de trabajar, de empoderarse a través de la economía solidaria, de ascender y de combinar su vida laboral con todas las otras dimensiones de la vida de cualquier mujer, como la educación, la maternidad y todo lo que significa el buen vivir.  El reto hoy es convertir esas prácticas en una política de género visible que sirva de ejemplo para otras organizaciones. Así lo expresa Emperatriz Marín, directora zonal para el Valle de Aburrá: «El reto que le queda a Confiar con este reconocimiento es visibilizar más las buenas prácticas que tenemos, pues la equidad de género y el respeto por la diferencia está en todo nuestro pensamiento solidario, pero es necesario visibilizarlo más».

En ese sentido, Adriana Quiroz Sierra, representante legal suplente de Confiar, afirma que la equidad de género está incluida en el pensamiento de la cooperativa, pero la necesidad de una política de género es una demanda de la Asamblea de delegados y delegadas. «Sentimos, además, que tenemos una responsabilidad muy grande con el tema de la Plataforma Mujeres Confiar, tenemos que buscar una articulación entre la política interna y lo que estamos moviendo afuera». Y para avanzar en esta construcción ya se ha trazado una ruta que contempla la formación, tanto de la administración de la cooperativa como de los organismos sociales y de la Asamblea, un proceso que permita comprender qué son la equidad y la igualdad de género, qué se pretende, por qué y para qué. Posteriormente, será necesario establecer los alcances de dicha política, elaborar un diagnóstico interno y documentar las prácticas, de manera que se evidencien tanto los avances como las brechas. Y además del ámbito laboral, «la Asamblea también está pidiendo que se definan políticas claras para la participación de las mujeres en los procesos democráticos de Confiar».

Si la violencia de género tiene una de sus manifestaciones en la invisibilización, la imposibilidad de una autonomía económica y la baja participación política de las mujeres, hoy Confiar tiene importantes claves y retos para seguir trabajando en la eliminación de esas violencias y continuar un camino de apertura a un mundo más igualitario y democrático, pues, como dijo ya hace varias décadas la filósofa Simone Weil: «La igualdad es una necesidad vital del alma humana», y para una empresa cooperativa como Confiar, la humanidad está en el centro de sus apuestas.

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